7 abr 2011

Escapada a Potes, el primer viaje en familia!

Vista a los Picos de Europa en invierno






Vista de los Picos de Europa en verano








El pasado mes de febrero, hicimos nuestro primer viaje los tres juntitos, el primero con nuestra princesita Yáiza, un sueño hecho realidad!

Como era el primer viaje que hacíamos con ella y era muy pequeñita, decidimos desconectar un poco tras unos meses muy duros, pero sin irnos muy lejos y en un lugar con todos los servicios necesarios (los típicos miedos de todos los padres primerizos). Por eso decidimos ir a la zona de Potes (Cantabria), además de porque teníamos una promesa que cumplir en Santo Toribio...

Y hacia allí nos dirigimos con todos nuestros bártulos (qué de cosas hay que llevar para una niña tan pequeña!!!). Paramos en Alar del Rey, para dar le el biberón a la peque y para descansar un poquillo y aprovechar a degustar un rico bocata de su tortilla con picadillo... simplemente por eso, merece ya la parada!

Para llegar a la zona de Potes, decidimos ir por el puerto de Piedrasluengas, que aunque tiene una carretera algo chunga, merece la pena por los paisajes y en cuestión de kilómetros hay menos... aunque la verdad es que se tarda más con tanta revuelta! Menos mal que Yáiza debe llevar sangre viajera en las venas, y no se inmuta en el coche, es montarla y quedarse dormida o estar tan contenta!

Teníamos reservado un apartamento en la Posada el Corcal de Liébana en Tama. Ya habíamos ido en verano, y nos pareció un lugar perfecto para desconectar y conocer la zona. La casa es preciosa, sus dueños son encantadores, las habitaciones están genial, además cuenta con un jardín enorme que es ideal para relajarse y disfrutar al aire libre cuando el tiempo lo perm
ite, tiene también un jacuzzi y un gimnasio. Nosotros esta vez cogimos un apartamento, para estar más tranquilos con la niña y poder disponer de cocina todo el tiempo para prepararla sus comidas, estaba muy bien.

El día que llegamos nos lo tomamos con tranquilidad. Salimos a dar un paseo por Potes, que parecía un pueblo fantasma! Siempre habíamos ido en verano, cuando el pueblo bulle de gente y están todos sus establecimientos abiertos, sin embargo en esa época es temporada baja y apenas si había gente y casi todo estaba cerrado. Aprovechamos a tomarnos algo y comprar lo necesario para nuestro apartamento, y de regreso a Tama a descansar en nuestro apartamento y disfrutar de la peke.

Al día siguiente, fuimos a Santo Toribio. No había nadie! Nos hubiera encantado poder ver la reliquia de la Santa Cruz a la que hicimos tiempo atrás una promesa, que por el momento aún tenemos pendiente... Esta reliquia, conserva el mayor trozo de la Cruz de Cristo que se conserva en el mundo, por delante de la que se conserva en Roma. Es por eso que Santo Toribio ha sido y es un lugar de peregrinaje, y donde al igual que en Jerusalén, Roma o Santiago de Compostela goza de las indulgencias plenarias cuando el 16 de abril (día de Santo Toribio) cae en domingo y siendo por tanto, ese año año jubilar. La verdad es que este Monasterio se encuentra en un privilegiado y de muy difícil acceso, por eso conservaron allí el Lignum Crucis.






Desde allí, fuimos andando hacia la Ermita de San Miguel, un paseo muy agradable en un magnífico día soleado y con una visibilidad increíble de las montañas. Desde esta ermita de la que sólo se conserva el ábside del siglo XIII, hay unas vistas espectaculares del valle del Deva y Potes, así como de los Picos de Europa. En esa explanda, conocimos a un personaje muy curioso, Miguel Angel Díaz "Cantolla", quien nos explicó cosas de la zona y nos recomendó dos restaurantes, que fueron todo un acierto, muchísimas gracias!

Y de vuelta al coche. Arriba de la loma, desde la carretera se observan las ruinas de la ermita de Santa Catalina encima de la loma que resguarda el Monasterio, haciendo del paisaje un lugar mágico y más espiritual si cabe.


Decidimos ir a Fuente Dé a disfrutar del paisaje y dar un paseo. Estaba desierto! Allí se encuentra e
famoso teleférico de Fuente Dé, que te eleva a una altura de 1850m, desde el que hay unas vistas esp
ectaculares si la climatología lo permite. Ese día estaba cerrado, por lo que conviene que
antes de ir hasta allí se consulten los horarios por si acaso...

Después de dar un paseo por la zona, con un poco de frío la verdad y con algo de nieve aún en el suelo, admirar las vistas y la paz existente allí, regresamos hacia Potes. "Cantolla" nos había recomendado para comer, un restaurante sencillo que se encuentra justo en donde se toma la carretera hacia Mogroviejo (precioso pueblo!). Es un restaurante sin grandes pretensiones estéticas, el típico donde come gente de la zona, lo que te da buenas vibraciones... nos apetecía algo calentito para la garganta y tuvimos la suerte que tenían cocido en el menú del día, así que no dudamos nada de nada! Comimos un rico cocido, con su sopita, sus garbanzos con repollo y la carne... muy bueno todo, y de postre algo delicioso... flan de sobao! Solamente por eso, ya nos gustaría volver!

Y de ahí, regresamos a nuestro apartamento a dar de comer a Yáiza. Fue genial darla la merienda en el jardín de la casa, al solete y con una temperatura ideal, rodeados de unas montañas increíbles y con el tranquilizante sonido de los pájaros y el río.. Esa tarde, la peke estuvo un poco revuelta, así que decidimos pasarla en casita, disfrutando de nuestra chiquitina.

Al día siguiente, tras desayunar y preparar todos los bártulos necesarios para Yáiza, pusimos rumbo visitando varios pueblos de montaña.. qué paisajes tan indescriptibles! Y eso que ese día, la visibilidad no era muy buena para apreciar la grandeza que la naturaleza ha regalado a esa zona de nuestro país.

Para comer, nos dirigimos hacia Cahecho, a un sitio donde nos había recomendado nuestro amigo "Cantolla". Vaya vista tan espectacular del valle Valdeanizo! Una lástima que no se pudiera apreciar toda la belleza de las montañas que lo rodeaban... pero así ya tenemos la excusa para tener que volver... De hecho, este pueblo se considera el Mirador de Liébana y ya sabemos desde luego el por qué.

En concreto, fuimos al restaurante de la Posada LaMadrid. Indescriptible! Nos pedimos cocido lebaniego para dos, la sopa tenía un sabor buenísimo, y al traernos los garbanzos, repollo y carne, nos pareció que la cantidad era un poco justa... pero por más que comías parecía que eso no bajaba! La carne tenía una pinta súper buena, porque tienen ganadería propia, pero bueno, la próxima vez la degustaremos que tampoco es plan de probar todo, siempre hay que dejar algo para así tener la excusa de volver!

Desde allí, nos volvimos a nuestro apartamento, para disfrutar de nuestra peke y relajarnos en el jacuzzi de la posada mientras Yáiza se echaba la siesta a nuestros pies... qué sensación tan agradable... vaya relax!

Al día siguiente, ya volvimos para Valladolid. En esta ocasión, no fuimos por el puerto porque el día estaba un poco revuelto y pasamos de arriesgarnos... así que fuimos por la carretera en dirección Santander, que aunque también tiene muchas curvas, está mejor asfaltada y señalizada. Por ahí, se pasa cerca de la iglesia de Santa María de Lebeña... ya la conocíamos de otra vez que fuimos, una visita obligada! Además de encontrarse en un paraje bellísimo, la iglesia en sí merece mucho la pena, pues es una de las joyas del arte mozárabe en España.

Decidimos parar en Llanes para dar una vuelta y estirar un poco las piernas por este bello pueblo, aunque el día era muy desagradable pues estaba lloviendo. Pero bueno, siempre es un buen momento para pasear por sus calles con sus casonas o por el puerto... y eso que el mar estaba bastante revuelto!

Y antes de regresar a casa, paramos a comer en Casa Poli, y es que nos encantan sus tortos y su tarta de queso... entre otras cosas! Muy bueno todo, y bastante bien de precio... Y ya con la tripa llena, rumbo a Valladolid... la escapada había terminado!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace unos 10 dias he estado en esa zona, recorrido similar. Tambian en el mismo sitio encontramos a Cantolla. Nos aconsejó lo mismo que a vosotros y nos vendió un libro que ha escrito: Entre los picos de Europa. Las vueltas que dio mi vida. Que sin florituras literarias es muy recomendable por los valores que transmite. Tambien comimos en Lamadrid, excelente el cocido y sus vistas.

ciudadanos del mundo dijo...

Nosotros estamos deseando volver... bueno de hecho volvimos en Junio del año pasado! A ver si subimos un post sobre ese viaje! Un saludo!!!

Sergio dijo...

Hola! Estoy planeando un viaje allí para diciembre, pensais que habrá cosas para ver y alguna que otra ruta o no habra nada? Un saludo!